domingo, 12 de enero de 2014

End of an Era


 Así es, ha llegado el fin de este blog y por tanto de una etapa de mi vida. Espero que hayáis disfrutado leyendo estos poemas tanto como yo escribiéndolos. El blog nació simplemente con el fin de ser un rincón oscuro y recóndito donde poder dar rienda suelta a la creatividad que todos llevamos dentro, pero ha llegado el momento de emprender el vuelo hacia nuevos horizontes y hacia nuevas metas. Uno de mis sueños ha sido escribir y publicar un libro de poemas y hoy tomo el timón y pongo rumbo a ese destino, por lo tanto seguiré escribiendo pero dejaré de publicar en este lugar.

No obstante, comienzo un nuevo proyecto, un nuevo blog en el hablar sobre esos temas que tanto deseas comentar con alguien pero nunca encuentras el momento adecuado en una conversación para hacerlo (al menos, sin que te miren raro). Abordaré temas, especialmente literarios pero también relativos al cine, a la música y, en definitiva, a cualquier asunto que capte mi atención.


 Espero veros pronto por La Torre de Tinta
Un saludo.

Draxian


miércoles, 2 de octubre de 2013

Canto a la Niebla


I. Prólogo: Triste doncella de luna

A ti niebla vaporosa
que no sigues ley alguna.
A ti corazón de rosa
que en silencio sufres tanto
Triste doncella de luna
a ti dedico este canto.


II. Coincidencias

              Nada es casualidad sobre la tierra y los mares.
 Una noche basta para cambiarlo todo.
       Me encontraste y con palabras recorriste
                                   Kilómetros infinitos para darme un abrazo antes del alba.


III. Niebla

Fantasma de luz plateada, niña que orbitas
sonámbula en un mar de pesadillas.
Oscura fantasía e ilusión resplandeciente.
El ocaso y la aurora.
¿Qué sé de ti?

Danzas como la llama de una vela
siempre inquieta. Siempre
sembrando lágrimas de cera,
 consumiéndote en tu torre de marfil.

La noche, 
                                          noche, 
                                                                              noche...
Ojos de un felino que atraviesan el cielo
y las estrellas.
Nadie lo ve.


¿Qué sé de ti?
                        Nada, otra vez nada.
                Eres un recuerdo inexistente. Eres
                     la cara oculta de las lunas. Eres
 una sombra entre las torres del Olvido. Eres
                                 el sueño hecho vida. Eres
           un canto perdido entre las nubes. Eres
                          el reflejo de una sonrisa. Eres
                         una pieza fuera del juego. Eres,
 la tabla que me auxilia en el naufragio eres.
Pero no sé quien eres.


Nieve blanca y pura que apagas
 el fuego
del temor, de la locura. Agua que nutres
la tierra 
de los sueños cuando está seca. Lluvia que enfrías
el viento
abrasador en mi desierto de penas.
Río de amistad que corres por mis venas. 


Caminas sin descanso buscando
esa luz
que llena el corazón humano.
(Y tus pies ensangrentados son la prueba)
Y caminas con tus zapatos rojos,
 caminas kilómetros infinitos
por un beso antes del alba. 

¿Que sé de ti?


                          No puedes engañar a quien no oye.
                                     No puedes cegar a quien no ve.
       Mi ser penetra entre tus huesos
  y te oye y te ve
  llorando.

 Pero llega la primavera y ríes y cantas,
(no puedes negarlo)
ríes y cantas y danzas
sin el más mínimo miedo.
Las sombras se retuercen bajo tus pies,
enjaulas a la luna entre tus dientes
y eres invencible.
(Mientras las flores no se marchiten)

Y sé de ti que eres brisa
y que un día vendrá el consuelo
y que ya no viajarás sola
y ya no habrá luna sino sol.

      Hasta entonces...
...te canto en silencio...
...palabras hechas de olvido

mientras tú, brisa, recorres vagabunda estos lánguidos versos con tus 
                                                                                       pupilas descalzas. 




lunes, 26 de agosto de 2013

Amanecer


El Amanecer con su aroma me embriaga.
¡Ya se fue la noche fría!
Qué cálida era la mañana.
Y yo sonreía...

Llegó la primavera temprana.
¡Una flor al sol se abría!
Qué belleza tan extraña.
Y yo sonreía...

Y ardió en mi interior la llama.
¡La luz entero me envolvía!
La dicha inundó mi alma.
Y yo sonreía...

Pero el tiempo incesante pasa
¡Qué pronto llegó el estío!
La triste flor se desgaja.
Y yo ¿sonrío?



domingo, 30 de junio de 2013

Fortaleza de otros días


Roble añoso, firme, de piel tronada,
tus raíces inmensas son cadenas
feroces y tus hojas las almenas
que te coronan, fortaleza ajada.

 Hogar fuiste del elfo y del hada
que habitaron tus ramas por centenas,
huyeron hace años y te apenas
de verte hueca, inútil y olvidada.

 Pues murió para siempre mi inocencia
y con ella indomables fantasías,
hundidas en el mar de la conciencia.

La adultez es un bien muy corrosivo —
¡Cuánto anhelo volver a aquellos días
y poder ver de nuevo al roble vivo! 
  


 

domingo, 16 de junio de 2013

Impúdico cortejo


Patéticos señores que rondáis
al acecho tras una joven presa,
se os ve de lejos ya la polla tiesa
y a la imposible víctima espantáis.

 ¿Pero es que acaso no os avergonzáis?
¿Acaso el ridículo no os pesa?
¿Acaso la razón no os confiesa
lo horribles y asquerosos que os mostráis?

Repugna la lujuria a vuestra edad
y ofenden vuestras sucias intenciones.
La impudicia evitad, cual caballero,

y el infame cortejo abandonad.
Acatad estos ruegos y opiniones
y huiréis del bochorno más certero. 

 


sábado, 11 de mayo de 2013

A un profesor de inglés


Esta entrada es especialmente personal para mí. Es posible que te sientas ,tú lector, identificado con todos los poemas anteriormente escritos: que hayas sufrido el lacerante pesar de una relación a distancia o que te hayas sentido perdido como una marioneta, que te hayas hundido en un oscuro lago de melancolía o gozado de la flamante euforia del amor correspondido; quizá también hayas experimentado una admiración parecida a la mía. Este poema va dedicado a uno de esos profesores que marcan tu vida de una forma especial, en mi caso a un humilde y alegre profesor de inglés. Va por ti.



¿Qué será de tu esperpéntica figura?
¿Qué será de tu andar desaliñado,
de tu humor, tu genio, tu locura,
tu carácter infantil, desenfadado?
Irás y vendrás, es tu destino,
tan querido y odiado por igual,
sin saber que sembraste en el camino
un objetivo, una ambición, un ideal.

Cuando en clase a trabajar entrabas,
enseñabas a la par que entretenías.
Del placer de la enseñanza disfrutabas
y ese placer, esa ilusión, lo transmitías.
Hice de tu vida el gran modelo
de la vida que quería para mí
e impaciente y ansioso emprendí el vuelo
y mi rumbo marqué detrás de ti.

No temas el poder ser olvidado
pues te guardo por siempre en mi memoria.
Tú escribiste el preludio de mi historia,
una historia que apenas ha empezado.





viernes, 10 de mayo de 2013

Apuñalado por la distancia


Mi corazón apuñalado por la distancia
caudalosos ríos de tinta sangra
y el calor de esta oscura tinta riega
el papel dando a luz estos poemas.

Poemas que nacen con el dolor,
poemas que nunca debí escribir
y que jamás hubiese escrito
si no te apartases de mí;
por eso estos versos malditos
debieran ahora mismo morir
y morir igual que han nacido:
llorando y pensando en ti.